lunes, 28 de junio de 2010

ESPANTO

existen cosas peores que

estar solo,

Charles Bukowsky


Tengo miedo, miedo de escucharla

de leer sus verbos erosionando mi calma

del eco de sus pasos en mi gran mausoleo vacío

acechando mis insomnios, mis senderos de fuga

otra vez tengo miedo de hundirme en ella hasta el dolor,

otra vez miedo al miedo de perderla,

me asusta su voz contra el muro de rostros muertos

su juego de ser tan ella que surge única, plena, distinta

su distancia a todo, sin evitar nada

otra vez me asusta perderme,

en el río furioso de los celos

miedo tengo a recuperar el miedo a la muerte

a saber que me iré sin ella

que lo que toque despues de mi será sin mi,

otra vez temo al silencio de su silencio,

tengo miedo de que su cercanía me arrastre

hasta esa mañana terrible cuando me falte

y sea desde ahí rostro de un porvenir desesperante

solo porque fue furia y sosiego en una noche sagrada.



lunes, 21 de junio de 2010

LOS VALIENTES HIJOS DE CALCUTA


(EN SU NOMBRE)


Huye de noche,

así solo te buscará su sombra.

Varelio, Summa Ática. VII, 5


Compartiremos el amor de las centurias

que nos robaron las furias y las penas

y en el dolor bebido en su fuente

saciaremos la nostalgia chiquita

de los años atrasados tras la puerta

en el confín de otoño roto

al borde del sollozo cegado

a contrapelo de esos mismos rencores

dejándonos llevar por aquella angustia

olorosos a encierro y abandono

como cajón cerrado bajo la cama

con todo el polvo ocultando

las grietas del desconchado triste

de todas las mascaras inútiles

para el carnaval que no tuvimos

porque fuimos hijos siniestros

de un benévolo padre solo

hasta la última página de su libro.



ESE AZUL


Irrumpes así, desgarrada
dibujada a contraluz
en los vitrales del alma
muerta desde ese día
ubicua incesante pero final
ausente hasta la ultima gota
de tu veneno, azul
infinita
dolorosa entre los muros
santificada en el cristal del vino
en las lluvias de cenizas
sin el peso de los ojos, antigua
atrapada, azul
engastada en piedra, en musgo
en las misteriosas fibras de la madera
sagrada ausente, solo ausente
en el oscuro convento del tiempo
y en las grandes catedrales derruidas.


miércoles, 9 de junio de 2010

DECISION UNANIME

He decidido habitar tus sueños.

No la usual pesadilla ni los de tintineo cotidiano

Si no aquellos que ni siquiera intuyes o imaginas

Aquellos de los que tu alma se duele y llora impúdica

Los más ocultos

Los más terribles

Los que no conoces

Los que sumergidos te atan al miedo

Los que no te pertenecen

Los que abundan en tus olvidos

En los que no hay ábacos ni tijeras en cruz

Los que urgen tus noches en blanco

Los que nunca recuerdas

Los que buscas bajo las mesas y en las vacías catedrales

Los que no se explican por la Kabalá ni el Tarot

Para los que no hay alquimia ni horóscopo

Los que abundan en extraños desasosiegos

Aquellos donde el agua sufí no calma la sed

Los que te desangran en muerte

Los que dragan al árbol de la resignación

Los que solo un triste como yo adivina

Sí, es unánime:

He decidido habitar tus sueños.

EVIDENCIA NECESARIA

El amor,

perfilar en la penumbra el rostro amado

como si estuviera muerto.

Esperar inquieto en una esquina una sombra,

un destino, un rostro para siempre.

Dejar los tranquilos días del sol y las certezas

para entrar en un túnel sagrado

donde los sueño deberían cumplirse.

Despojar de cercanías extrañas los recuerdos

rendirse a la evidencia de una sola voz

unos ojos muy cerca

y una piel necesaria y urgente.

Entender que bastara esa única ausencia

para que sutiles soledades concurran

a la triste ceremonia del silencio.

Asumir toda noche venidera como un rito

sabiendo que siempre en la penumbra

habrá un rostro amado como si estuviera muerto.