martes, 7 de abril de 2009

AQUEL QUE VIO


Quien vio la palabra destrozada

los altos muros antiguos

la puerta blanca apoyada en un poste

supo de ríos aciagos de negaciones

de calles / paisajes / rompientes.


Quien vio el azul agonizando

esparció cenizas de aviario

gránulos de pesebrera / holladuras.


Quien vio a la madre

preñada de él mismo

esperando las luces de sus ojos

las manos pequeñas apretando

el llanto niño por las tardes del jardín

hundió en carne viva la espina y la sal.


Quien vio el secreto en podredumbre

en el charco enlarvado e hirviendo

es que abrió una puerta blanca

negó la palabra destrozada

y se ha ganado su rincón en el Infierno.


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