lunes, 21 de junio de 2010

LOS VALIENTES HIJOS DE CALCUTA


(EN SU NOMBRE)


Huye de noche,

así solo te buscará su sombra.

Varelio, Summa Ática. VII, 5


Compartiremos el amor de las centurias

que nos robaron las furias y las penas

y en el dolor bebido en su fuente

saciaremos la nostalgia chiquita

de los años atrasados tras la puerta

en el confín de otoño roto

al borde del sollozo cegado

a contrapelo de esos mismos rencores

dejándonos llevar por aquella angustia

olorosos a encierro y abandono

como cajón cerrado bajo la cama

con todo el polvo ocultando

las grietas del desconchado triste

de todas las mascaras inútiles

para el carnaval que no tuvimos

porque fuimos hijos siniestros

de un benévolo padre solo

hasta la última página de su libro.



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